Adiós Avril, adiós



Es comprensible el título de su nuevo disco, "Goodbye Lullaby" que traducido al español sería "Adiós cuentos de cuna/nana", como solemos decir. La verdad es que la selección de dicho nombre será un mensaje indirecto a todos los que fuimos sus fieles fans durante sus años de apogeo de chica mala, skater, punk y con su propio rollo. Con él nos dice que nos olvidemos de esa Avril, la antigua que molaba, que te ponía los pelos como escarpias con cada nuevo sencillo o canción del disco, plagada de emociones fuertes y sinceras; con clips graciosos, profundos y simples.
Ahora las canciones han cambiado totalmente el sentido que antes les veía y los clips son más poperos, basados en colores pastel, iluminación a tope o melancólica y todo de amor. Bueno, porque no se ha planteado hacer un tema que vaya sobre ir de compras, y si lo ha hecho sabe que no vendería.

Antes de princesita punk y ahora de princesita... mmm... pija? creída? pretenciosa? egocéntrica? Debe de haber algún adjetivo que reúna todas esas características que al parecer son las únicas que demuestra Avril. Demasiados aires de grandeza y abusando de agudos que terminan dejándote un profundo dolor de cabeza y el oído como si te hubieran puesto una bocina en el tímpano, Avril parece que ya no sabe qué hacer para vender más y que la "acepten" en el círculo de niñas pijas consentidas de Hollywood.

Bueno, pasemos ahora a hablar de su disco sacado ya a la venta, porque me pongo de los nervios... Me parece una auténtica morralla este último disco y del anterior para qué hablar.
Avril Lavigne ha dejado mucho que desear. Con mis 11 años esa piva era mi ídolo. Me gustaba el aire punk rebelde que se podía inspirar en sus videoclips y en sus directos me ponían los pelos de punta (tampoco pasarse, no me mola el rollo de quemar contenedores XD).
Después de "Under my skin" pensé que no podía haber un non stop en esta chica y esperaba ansiosa su siguiente single y a ver en qué movida se metía. Pero para mi decepción, y segura que de muchos otros, Avril cambió radicalmente la dirección de su estilo de música, persona y vestir. Tías como Katy Perra (somos tan íntimas que me permito el lujo de llamarla así), Kesha o cualquiera otra de las pijastontas del pop son ahora el ejemplo a seguir de nuestra ya-no-tan-querida Avril y me temo que no volveremos a ver la evolución que tuvo en sus inicios.

¿Dónde queda la chica rebelde que fue capaz de ponerse UNA CUCARACHA durante el rodaje de "Sk8er boy" por 100 pavos? ¿Dónde se esconde la tímida pero a la vez intrépida chica que nos sorprendió a todos con sus 17 años cantando el disco de "Let go"?
Son preguntas que no se podrán responder jamás porque parece que la pijería la ha engullido por completo y no la soltará. Ella, que había dicho que NUNCA se teñiría de rubio y ni sería modelo, ahora es cuando se ha transformado y ha creado su propia línea de lo-que-le-venga-en-gana-mientras-le-de-dinero. Por no hablar que a la hora de hacer sus bailecitos tanto en directo como en los clips ordenó que "todas las bailarinas tienen que ser morenas. Ella es la única rubia que puede haber sobre el escenario, porque es quien tiene que destacar". Vamos, por favor... La modestia se la ha dejado en casa. Ah no, que no tiene.


Mis condolencias Avril. Has perdido a una auténtica fan y 20 pavos de tu nuevo disco, que creo que será lo que más te duela.