Cuestión de re-accionar.

Entras por la puerta y
no sabes cómo sentirte
, si aliviada por el remanso 
que nace del epicentro de este cuarto
o destrozarte el corazón
con el puño
para luego reconstruir
cada pedazo con impotencia.
El frío me eriza la piel y sube hasta la garganta
y un nudo marinero se enreda
entre la piel y el estómago.

A (des) propósito de ti.




Ya no me hacen falta calcetines
porque ahora eres tú quien me calienta
los pies por las noches
Me has pegado la tu manía
de cerrar puertas
sonreír con la mirada
o decirte lo cachonda que me pones
, constantemente

Las noches de insomnio
las rellenas tú
, que te dedicas a esconderte
entre las arrugas de las sábanas


Encuentro en ti todo lo que se ha ido perdiendo en esta habitación


Vamos a poner la tirita antes de la herida
, a rompernos desde dentro
dejando impecable el maquillaje
de nuestras ojeras
entre naufragio y salvavidas
de cada vida ya pasada
y las que nos quedan por disfrutar
, en silencio
                         hasta que duela


Parece mentira que todavía no entiendas que
lo que me jode es ver tu sonrisa
a la altura de los pies.