Capturar al sol


Me despierto algo somnolienta, me froto la cara con una mano para despejarme y poder entreabrir un poco los ojos... El pelo revuelto se amontona en mi cabeza, dejando a algunos mechones caer por mi cara, haciéndole cosquillas a los labios y a la nariz... Lo recojo con suavidad para más tarde extender mis dedos para recorrer esa mata castaña oscura ceñida a mi cabeza. Decido incorporarme un poco, para que mi vista pueda alcanzar a ver la ventana y dependiendo de la claridad del sol, imaginarme la hora... unos rayos diminutos marcaban la pared conjunta al patio de la comunidad y supuse que seria temprano, hasta el momento en que todo se volvió algo mas oscuro y deduje que unas simpáticas nubes habían intercedido en el trayecto fijo que tenían las prolongaciones solares. Cuando volvi a dejar mi cuerpo inerte en la cama, una de mis extremidades superiores se estiró para llegar a la mesita de noche y tomar con fuerza el despertador: Las diez menos cuarto de la mañana. Automáticamente y con algo de pereza, mis piernas empujaron a las sábanas y salieron a tomar contacto con el suelo frío, y segundos tardíos, con las recién estrenadas zapatillas de andar por casa. Con pocas ganas mi cuerpo se levantó de la cama, que aún tenía esa sensación cálida y haber estado bastante tiempo allí metida. Avancé pocos metros a la izquierda de mi posición para salir de la habitación y llegar hasta el cuarto de baño, 5 pasos más a la izquierda todavía. Sin querer mirarme al espejo, abrí un poco de agua para tomarla en mis manos y hacerla chocar con mi cara y notar una fría sensación, expandida por todo el cuerpo haciendo erizar todos y cada uno de mis pelos y conseguir de esta manera, despejarme rápidamente. Busqué a tientas la toalla que se encontraba colgada en un palo por un lado del mueble-lavabo, hasta que me di cuenta de la inexsistencia de tal pedazo de tela. Con la cara empapada de agua, goteando mi camiseta un poco, caminé hasta un mueble de mi habitación de donde saqué una color marrónclaro y blanco, y borré el rastro acuoso de mi cara. Me fijé en la ventana y decidí abrirla un poco, para que entrase aire y una suave brisa recorriese mi cara ya despejada y mi pelo revoltoso. Subí un poco más la persiana y me asomé al patio, con la mirada en dirección al cielo... El sol brillaba en lo alto, ante un cielo despejado aunque con unas pocas nubes blancas y esponjosas...
El sol había salido y me invitaba a dar un cálido paseo bajo su protección lumínica... Pese a ello, escondí mi cabeza de nuevo en mi habitación y de nuevo, cual niño pequeño que no quiere ir al colegio, me sumergí entre las sábanas y abracé bien fuerte la almohada, deseando mantener ese momento indefinidamente... Capturarlo... Capturar esa sensación, y, capturar al sol...