Revuelto, desordenado y todo un caos. Palabras enredadas en el silencio de una respiración arítmica. La desesperación se va construyendo hasta que llega a tocar las aglomeraciones grisáceas del telón añil que se cierne sobre nosotros, inundándonos de agonía y transmitiendo la intranquilidad a través de nuestras venas. Las mentiras han llegado demasiado lejos, es hora de escribir un punto y aparte en la danza maquiavélica que tan sólo dibuja círculos en el suelo.
1 comentario:
La muerte en compañía no es la muerte, ni siquiera para los incrédulos, porque lo que más duele no es dejar la vida, sino abandonar lo que le da sentido.
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