Globos.

Cuando se agotan las palabras y no hay más que decir, es inútil forzar las cosas. Volver atrás no cambia nada, sólo ayuda a recordar. Tan sólo coger una máscara e inhalar todo el gas que expiras hacia mí.
Quisiera no creer, quisiera no pensar en que las cosas no cambian, pero... las tornas giran.

Silencios que matan, miradas que dejan de hablar. Cortinas rasgadas por tantos amaneceres solitarios.
Al fin y al cabo, qué más da. Todo tiene un principio y en muchas ocasiones un final. Me gustaría quedarme para no verlo terminar, pero el peso no puede estar sólo bajo mis hombros.
Hay cadenas que atan y que matan, cadenas que duelen y merecen la pena... Sólo que yo no quiero ser cadena, sino un globo que pulula al lado, sencilla e indudablemente.



No me hagas explotar, porque rebiento y me duele.

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