A veces...

... Siento miedo, a veces desearía parar el tiempo para detenerme a pensar las cosas un poco. No ser tan impulsiva, que mis neuronas lograsen contener un poco más cada respuesta.

... La exasperación se acomoda en mí, por querer y no poder. Contenerme y aguantar la energía que albergo para no estallar y hacer daño.

... Un cosquilleo trepa por mi espalda. Son tus manos quienes la recorren, y es mío el placer de dejarlas juguetear por mi cuerpo.

... Tus ojos iluminan el vagón de Ismael Serrano. Logran producir una anomalía en mi sistema nervioso que consigue ladear mi labio hacia el cielo.

... La noche parece día si estoy abrazada a tu cintura. Si me quedo colgando de tus labios, las horas se hacen minutos, y los segundos son aplastados por nuestros besos de terciopelo.