Es ahora cuando necesito sentir tus brazos rodeando mi cuerpo desnudo. Es esta noche que me apetece que mi única fuente de calor seas tú. Deja tus huellas de color en mi piel, tu aroma rezuma a través de los poros de mi piel. Transpiro tu sed lasciva, y se me contagia tu saliva traviesa. Noches sin tu presencia para acompañar estos amargos tragos de soledad.

Noto a mis manos inquietas.
Será cuestión de exprimir las sábanas.

1 comentario:

El coco. dijo...

INCREÍBLE.
Me quito el sombrero y mira que siendo sombrerera que me quite yo el sombrero tiene valor ¿eh?
Vamos, que me encanta, como la mayoría de tus escritos.
Te envío un beso