Me encantaría decirte cuánto
siento haber perdido el tiempo,
que podría haberlo invertido
en llevarte a lugares que imaginamos
todas aquellas horas perdidas.
Tuve infinitas oportunidades
de lanzarme a tus brazos,
sé que me habrías agarrado de nuevo.
Y aquí me tienes, echándote de menos,
deseando poder echarte de más.
Hagamos tablas,
recojamos las piezas
y quedémonos igual.
Tal vez, en otra partida,
hubiera surgido un jaque mate
pero no todo es cuestión de estrategia.
Que gane quien lo merezca.
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