En otro momento
habría salido corriendo
a estrellarme
entre tus brazos,
buscando
la seguridad
de unos labios rotos
y la complejidad
de un amor vacuo.
También
habría sustituido
mi soledad y centro
por una mesa
para dos
y el cigarrito
de después.
La calma y el sosiego
formarían parte
de una idea abstracta
dentro de mi mente
si hubiese antepuesto
tu risa,
tus manos
y una noche
de desgaste emocional.
En otro momento
habría sido menos yo
y más tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario