Correr es de valientes.



Esta noche ha habido un crimen,
mis ojos han mirado a los tuyos
y por poco se matan.
A besos.


No puedo hablar de lo que no sé,
de lo que no he visto ni tocado,
pero mi imaginación da para mucho.
Pensarte es, a veces, suficiente.
Dolían las ganas de verte cada día
y sentir que yo era capaz de parar el mundo.
Por ti.

Y ahora sin embargo, despues de todo,
de nada,
hay cosas que no puedo gritar
y se me acumulan en la garganta.


En momentos como este querría saber
qué hubiese pasado si las alas de una
mariposa hubieran comenzado el huracán.
Ése que tengo aquí dentro guardado,
que tengo miedo a soltar.

Este caos de emociones salta a la vista
que no es normal,
y poner pies en polvorosa
siempre fue un buen recurrso.



El único monstruo que hay aquí
soy yo.

No hay comentarios: