Filos.


Quemar los mismos patrones
que creamos en cada mundo,
y correr con pies descalzos
evitando los cristales que
nuestras almas se lanzaron.
Languidezer en mitad de un atardecer
y que las sombras nos encuentren
medio sonriendo a un sol que
anda medio vacío en el vaso.
Y lo cierto es que es complicado
entender las señales que ves como
simples esponjas de humo
sin perfiles nítidos.
Las máscaras prevalecen
y los sentidos se ocultan,
los graznidos del muelle despiertan
las inquietudes inertes del ayer,
para que pululen entre esquinas
que jamás tuvieron nombre,
ni dueño, ni ser.


No hay comentarios: