Roar.


Deja una luz encendida para que pueda verte,
porque mis ojos no fueron hechos para nadie más.
Estoy nerviosa de no estar en lo cierto
pero se aprende más por batallas perdidas
que en los prólogos de los libros.




Si algo he aprendido en esta vida
es que a cicatrices no me gana nadie.

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