Martes con olor a domingos.



Hace tiempo aprendí a amar con credulidad
pensando que todo era copiar y pegar,
que la misma fórmula servía
para cualquier situación anodina.

No me sorprenden las casualidades
ni la falta de seguridad, porque
igual que los trucos de magia
todo queda vetado a nuestros ojos.


Centrémonos
en lo importante,
que no hay jaque mate todavía.


Si me prestases una noche entera para explicarte el sabor
de cerveza que aún tengo pegado en los labios
podrías hacerte una idea de cuánto
me ha costado mantenerte con vida en mi cabeza.



Respiras todavía.

No hay comentarios: