Puntos de fuga.



Eres lo que pasa
entre el tiempo y el espacio
la espada y la pared
cada pétalo de la margarita
y los dos océanos de Skagen.
Las cicatrices del lenguaje
y esos ojos atlánticos
despiertan preguntas rotas
y abortan
respuestas ciegas
dispuestas a arrancar
páginas en blanco
y las sábanas de un mordisco.


Es hora de incendiar
este caos que provocamos.
Aprieta fuerte
que yo pago los destrozos.


Entre los escombros de mi voz
puedes adivinar
las raíces
de lo que soy ahora.
Los puntos se fugaron
con nuestras inseguridades
y fui yo quien tuvo razón:
el mundo tiene sentido
con menos culpas y más fracasos.



Abramos bien los ojos,
que las piernas ya empiezan a doler.

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