(teo)Riza.

La guerra se desató en tu ombligo,
provocando
un homicidio con
sabor a gloria.
Yo jugaba el papel de Perseo
y tú,
sin embargo,
seguías con esa lengua de serpiente
los lunares de mis piernas
con el objetivo de llegar
al jardín de las Hespérides.

Olvida los libros:
la mayoría no son de fiar
y la teoría
definitivamente
no es lo mío.

No hay comentarios: