provocando
un homicidio con
sabor a gloria.
Yo jugaba el papel de Perseo
y tú,
sin embargo,
seguías con esa lengua de serpiente
los lunares de mis piernas
con el objetivo de llegar
al jardín de las Hespérides.
Olvida los libros:
la mayoría no son de fiar
y la teoría
definitivamente
no es lo mío.
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