Noches como ésta



Tengo las manos manchadas
de rebuscar por mis adentros,
intentando encontrar
un hueco para hacerme
un bicho-bola.

Esta sensación de velocidad
me deja con un nudo
justo detrás de la lengua.
Como si fuese a matar
los pensamientos rotos.
Yo, que no soy de romper platos.


Desde la primera cerveza hasta la última,
todas las botellas están llenas de recuerdos.
Habrá que seguir bebiendo en noches como ésta,
que las buenas costumbres no se pierdan.

No hay comentarios: