Hasta el alma

Estoy al borde
del repique
para encerrarme
a cal y llanto,
cantando mantras
con la mirada
perdida en la lumbre
del discurso
que me aflige
por dentro.

Remarco la emoción
con idea de estirarla
en cada pensamiento
que siempre contestan
mis nervios,
pero la excitación
se abruma
a causa
de estos miedos.
Sin quererlo
estoy contando
cada minuto
que sobra
para canjearlos
por un "hasta luego"
en tus labios,
y me produce un
escalofrío hilarante
que recorre mi cuerpo
a modo de
susurro inquieto.

Tengo que acallar
esta inseguridad
y lamerte
hasta el alma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

❤️