Silence in the room...


Creo que nunca había sentido tanto silencio en un lugar tan revuelto como era esa habitación, con toda aquella gente… Un silencio de ultratumba, donde reinaba un ambiente frío, mortuorio y, puede que un poco miedoso, en el sentido que parecía que nos dábamos cuenta de que la vida no para un segundo, ni si quiera para tomar el ultimo aliento antes de una ida sin retorno.
Impotencia… Impotencia… Sólo eso era el dominante del estado actual de casi todos los que estábamos allí. En algunos se podía divisar un rostro en el que las lágrimas habían brotado desde los ojos, para emprender su viaje por la mejilla, donde el poso de la mano las borró, impidiendo la continuidad de su camino.
Tantas cosas que aprender, tan poco tiempo para hacerlo… Porque, cuando te has dado cuenta y reflexionas sobre todos los momentos vividos, donde has derrotado al coloso invencible e interminable, se revela la verdad: tú no has matado el tiempo, el tiempo te ha matado a ti.

1 comentario:

Deivix dijo...

Gracias por el comentario, Me gusta tu blog.

Un Saludo.