Lights out

Audio: Devil Sold His Soul - Callous Heart
http://www.youtube.com/watch?v=6Oj8PzxB044&feature=related

Muchas veces hay garras que se clavan en tu pecho, llegando a tu corazón. Lo tocan, lo rajan, lo agarran y tiran con fuerza para sacártelo de lleno... Como si se tratase de algo vacío y sin valor. La sangre empapa el suelo, y lentamente camina, llegando hasta los extremos de las baldosas que pisan tus propios pies inertes, dejando el equilibrio a las rodillas que caen por su propio peso al mismo lugar donde acabó el flujo carmesí y, consecutivamente, el resto de tu cuerpo desciende hasta la superficie rígida y fría encharcada por líquido. Se cierra el telón, todo ha terminado. Los aplausos inundan la sala, ignorantes de que la representación teatral es más que verídica, la imaginación no reinaba en ningún instante, y los sentimientos de pavor, miedo, y soledad eran reales. Las luces se apagan, los pasos y los murmullos se oyen cada vez más y más lejos, mientras el cuerpo continúa tendido boca arriba en el piso tras las cortinas de nylon rojizas, guardianas que disfrazan el crimen como fin de la función.

Puedo ver tus pulmones enegrecidos, contaminados por tu propia alma. Podría limpiarte, que redimieses tus pecados. Podría borrar tus crímenes, todos tus delitos. Sin embargo prefiero verte sangrar, oír tus gritos desesperados, mirar la manera que te retuerces en el suelo y oler el hierro que contiene tu flujo. Salgo de entre las sombras y me agacho apoyando una rodilla en el aire que queda entre el pantalón y el suelo, para estirar mi mano para así rozar el líquido bermejo y llevarlo hasta mi boca. Sonrío; es dulce como el rocío impregnado en las cañas de azucar a primera hora de la mañana.
Giro sobre mis pies 180º grados, para irme por el mismo lugar que vine, ocultándome en las sobras y olvidarme de lo trágicamente sucedido: has muerto, has muerto en mi alma. No hay esperanza de resurgir como el ave fénix, no hay segundas oportunidades, tan sólo queda la ceniza de lo que fuiste.

Quemas tus mentiras mientras ahogas mis palabras y mis suspiros, me tienes atada y quisiera romper las cadenas pero no puedo, no es suficiente, nada lo es. Me destrozo la garganta, rezando plegarias y contandi mi última bendición. Pero a pesar de eso te señalo y te reto a tí, Dios, porque al fin y al cabo, soy la Muerte. Aunque necesite aire para respirar, aunque me esté rompiendo por dentro es a causa de esta enfermedad... Es como un cáncer, es por tu culpa, por tu puta culpa. Deja que la sangre corra, porque al tercer día resucitaré de entre los muertos para enviarte directamente al infierno...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué... pasada Reix, Me encanta.
Esta será una de las historias tuyas que consigen sumergirte en ella y vivirla tal y cómo lo relatas, precisando la desolación que transmite.. Qué es creo, lo mas sustancial.

No dejes nunca de escribir ^_-

Teté Cohete dijo...

Muchas gracias, guapa! ^_^