Puedes elegir quedarte conmigo o dejarme ir, corriendo muy lejos, antes de que yo sepa nada.
Mi sonrisa desaparece, me fue birlada hace tiempo. Tengo todas las cartas que te envié en mis labios, podrías saborearlas con cada beso pero prefieres guardar tu aliento para otra ocasión. Los pecados que inundan mi cabeza son una jaula para ti, prefieres escupir tu compasión sobre mi alma y negarte a darte cuenta de la realidad.
Tus mentiras se quiebran con cada bocanada que respiran mis pulmones, deshila tus razones para dar paso al gran telón rojo que presenta tu actuación.
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