Ahoga las raíces


Vamos, acércate. Sabes que no muerdo si no me lo propongo; mi mandíbula se resistirá por esta vez. Mis dientes no quieren dejar marcada tu piel, no eres de su propiedad...
Aunque tengo la maravillosa habilidad para arruinarlo todo, no estaré satisfecha hasta conseguir que tus pupilas vuelvan a clavarse en las mías.



Sé que eres difícil, pero no me importa. Estoy preparada para luchar.
Quiero guardar en un frasco de cristal el olor de tu piel.



Eres una prolongación de mi sistema nervioso.

No hay comentarios: