Amantes de la noche.




Quisiera pensar que aparecerás frente a mi puerta,
sin silencios incómodos
ni palabras olvidadas.
Soy ingenua, y a estas horas ya estarás
prácticamente dormitando
en uno de esos sueños
donde no estoy yo.

Tal vez esos alocados ademanes
de ir y venir,
de buscar y volver,
de perder y no encontrar,
hayan reaparecido de nuevo por tu mundo.
Y has de saber que por fría que la noche sea,
mis brazos son la estufa perfecta para tu cuerpo.

Rara es la vez que me giro y no te veo
entre la muchedumbre,
que tus pupilas azabaches no destacan
entre el resto de mortales.


Y sé que tus versos no son dedicados a mi,
que como musa no valgo la pena.
Por eso prefiero ser amante,
porque las palabras últimamente
están sobre valoradas.

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