Pupilas.



No quiero que continúe
lloviendo,
no en esta ciudad,
no sin ti.
Porque me inundan los recuerdos,
aunque te encuentres viviendo
en la otra punta,
y ojalá fuera de esta cama, o de mi mano,
como una extensión más,
donde mi cuerpo desemboca
en el tuyo.

Todavía espero que mires mi número
que ya no pulsas
para llamarme y susurrarme
que me quieres,
que tus pupilas quieren seguir clavadas
en las mías.
Que me quieres desgarrar el alma
a mordiscos,
desbordarme el corazón con caricias
y versos sueltos.

No hay comentarios: