Sick & tired.

Llámame idiota,
por todas las veces
que te dije que
te quería.
Despréciame
por cada gesto afable
que buscaba sacarte
una sonrisa. O dos.


Pero mírame a la cara
sin que te tiemblen las pupilas,
y dime si es cierta cada palabra
que soltaste por esa boca.


Por que a día de hoy ya no me creo nada.

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