Apriétame,
condúceme al éxtasis
a base de caricias,
de besos,
de arañazos en la espalda
y de mordiscos
que duelan hasta el alma.
Róbame el aliento,
sacude la vergüenza,
para que mis dientes
se adhieran a tu piel.
Arráncame estas ganas
de quedarme a vivir
en tus pechos.
Que la eternidad se me hace corta,
pensando en el abismo que separa
tu mirada de
la mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario