Buenos principios, mejores finales.


Rompería tus esquemas
contra la pared,
haciendo colisionar tus principios
con mis finales.
Desgastaría cada suspiro
en un constante vaivén
de mordiscos sin dueño
ni nombre.
Contra tu voluntad,
contra la pared,
ahogando en los recovecos
más profundos de tu ser
la melodía contemporánea
que tratas de susurrarme
al filo de mi oído.
Guarda el hálito,
que queda noche por delante
y esta guerra que tu piel
ha desencadenado con mi piel
no ha hecho más que comenzar.

No hay comentarios: