Pies descalzos

A veces
miro al mundo
desde el balcón
y me siento
completamente
insignificante.

He caído
en el truco fácil
de la tristeza
disfrazada
de cerveza,
pero ya
no pido auxilio,
me quedo
descolgando
los sentimientos
por el abismo.

Cuando cae la noche
y comienza esta
sed de ausencia
me trago las palabras
ya amargas y
me repito
a mí misma
que la inseguridad
autoimpuesta
tiene sus límites.

Las heridas de guerra
se confunden
con tus besos
de hierro
y me acuerdo
de lo preciosa
que estás
después de correrte.

Quiero romper
la burocracia
y la dictadura
hecha silencio.
Voy a sustituir
el vicio de
rizar cicatrices
por un baile
a pies descalzos.

La distopía de
erizarme con
tus caricias
y los abrazos
ausentes.

No hay comentarios: