Me pregunto
si me piensas
antes de irte a domir
y no me ves
al otro lado de la cama,
si todavía
se te eriza la piel
cuando mis pupilas
te acarician el alma,
o tu corazón se revoluciona
cuando te sonrío
con la sinceridad
de una niña pequeña.
Me pregunto
si ya sé la respuesta
o si mantengo la ignorancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario